Actividad p. 128

Holá Marcos, ¿que tal?

He llegado solamente hoy de mi viaje de México. Tengo muchas fotos y buenas historias para mostrarte y contarte, casi todo fue muy bien. Dije “casi” porque volver a Brasil fue una aventura agotadora.

El problema empezó en el aeropuerto de Ciudad de México, que por problemas técnicos y climáticos atrasó todos los vuelos. Mi vuelo se retrasó tres horas. Entonces, cuando llegamos a Bogotá, en Colombia, nuestra conexión a San Pablo ya había salido.

Como no había otros vuelos para Brasil en las próximas horas, tuvimos que esperar. Era mañana y decidimos (algunos otros pasajeros y yo) conocer algo en la ciudad. Pero hacía mucho calor y no podría tomar una ducha (y también estábamos sin equipaje..). Todo lo que pude hacer fue comprar otra blusa y vestirla. Cuando volvimos al aeropuerto, ya habían empezado a seleccionar las personas para el vuelo porque había “overbooking” y obtuvieran  espacio solo para algunos con prioridades, como ancianos y personas con bebes o niños pequeños…obviamente yo no hacía parte de esto grupo y tuve que esperar un "rato": tres horas para ser exacta.  Al final embarqué al Brasil. Como había viajado junto a un bebé, que lloraba y hacía muchos ruidos, no dormí nada. El día ya amanecía cuando llegué a San Pablo. Allí, fui a preguntar en compañía aérea acerca de mi segunda conexión: Recife. Resulta que tuve que esperar tres horas más (¡de nuevo!).  Sin dormir, sin baño, estaba agotada, en verdad, destrozada. Y perdí la mitad de mi día libre antes de regresar al trabajo. 

Y pienso que me voy a jugar en el número 3..jajajaja

¡Hasta luego! Quiero contarte las cosas buenas, no?

Abrazos,